Mujeres, velos y ángeles en la iglesia

De la serie: | 📖 (1 Corintios 11:2-16) | 🗓 7 / 1 / 24 | 🗣 | Compartelo:

Transcripción

Primera de Corintios capítulo 11 es donde nos quedamos el año pasado, pero en el versículo 1, donde Pablo dice: “Sean imitadores de mí, como también yo lo soy de Cristo”. Meditamos acerca de cómo todo este libro, y de hecho toda la Biblia, nos está mostrando cómo vivir para la gloria de Dios, cómo conducirnos en diferentes áreas que glorifican a Dios.

Entonces, hemos estado viendo en los capítulos 8 al 10 esta parte de la conciencia cristiana, la libertad cristiana. Vimos el tema de lo sacrificado a los ídolos y de cómo tratar con cosas que chocan de nuestra cultura con principios bíblicos. Pero, especialmente, hemos estado viendo aspectos acerca del amor que tenemos que manifestar como creyentes, en donde estamos pensando unos en otros, estamos considerando a los más débiles en la fe y las cosas que podrían hacerlos tropezar. Eso es mucho de lo que hemos estado meditando en estos últimos capítulos.

Ahora, al llegar al capítulo 11, tenemos una nueva sección realmente en el libro de Primera de Corintios, que es una sección en relación al orden, más específicamente del servicio de la iglesia, de cómo se lleva a cabo una reunión de iglesia, y los principios que van a honrar y glorificar a Dios en cómo llevamos nuestros cultos.

Entonces, esto es lo que vamos a estar meditando aquí en el capítulo 11 y tengo que advertirles que probablemente esta es la sección más difícil de entender de todo el libro. Hay otras secciones que también son complicadas, pero creo que esta sección, en general, es la que contiene más aspectos que no estamos exactamente seguros de qué está hablando Pablo, porque hay todo un contexto cultural aquí que van a ver, miren, versículo 2 al 16 de Primera de Corintios 11.

“Los alabo porque en todo se acuerdan de mí y guardan las tradiciones con firmeza, tal como yo se las entregué. Pero quiero que sepan que la cabeza de todo hombre es Cristo, y la cabeza de la mujer es el hombre, y la cabeza de Cristo es Dios. Todo hombre que cubra su cabeza mientras ora o profetiza deshonra su cabeza. Pero toda mujer que tiene la cabeza descubierta mientras ora o profetiza deshonra su cabeza porque se hace una con la que está rapada. Porque si la mujer no se cubre la cabeza, también se corte el cabello; pero si es deshonroso para la mujer cortarse el cabello o raparse, que se cubra. Pues el hombre no debe cubrirse la cabeza ya que él es la imagen y gloria de Dios, pero la mujer es la gloria del hombre. Porque el hombre no procede de la mujer, sino la mujer del hombre. En verdad, el hombre no fue creado a causa de la mujer, sino la mujer a causa del hombre. Por tanto, la mujer debe tener un símbolo de autoridad sobre la cabeza por causa de los ángeles. Sin embargo, en el Señor ni la mujer es independiente del hombre, ni el hombre independiente de la mujer. Porque así como la mujer procede del hombre, también el hombre nace de la mujer y todas las cosas proceden de Dios. Juzguen ustedes mismos: ¿es propio que la mujer ore a Dios con la cabeza descubierta? ¿No les enseña la misma naturaleza que si el hombre tiene el cabello largo le es deshonra, pero que si la mujer tiene el cabello largo le es una gloria? Pues el cabello le es dado por velo. Pero si alguien parece ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni la tienen las iglesias de Dios”.

Bueno, ya vieron por qué decía que está difícil este pasaje, ¿verdad? Ya ven. Algunos de estos versículos los leemos y decimos: ¿De qué está hablando Pablo? ¿Qué está diciendo? Y más importante, hermanos, y esto es lo que voy a tratar de hacer mi mejor esfuerzo por explicar este texto, pero principalmente cómo tenemos que aplicarlo hoy.

¿Cuáles son los principios que Pablo está estableciendo aquí? Hay cosas que no entendemos de lo que está diciendo, pero hay muchas cosas, y las más importantes, que entendemos de lo que está diciendo. Entonces, quiero mostrarles tres principios que creo que nos está mostrando este texto.

Es un pasaje difícil, lo bueno es que es un pasaje justamente porque es difícil y porque contiene algunos elementos aquí, por ejemplo, lo del velo, que en el pasado he tratado de estudiar y de explicar.

Y entonces, tengo mi propio comercial de la librería, porque este libro se llama “La Biblia Responde” y es una compilación de muchas preguntas relacionadas a la vida cristiana, la iglesia, y en este libro yo escribí justamente un capítulo acerca de esta sección que voy a predicar hoy sobre el velo. ¿Debe la mujer usar velo en la iglesia?

Y esa es la pregunta que me asignaron, entonces hay un pequeño resumen de lo que voy a explicar hoy en este libro. Pueden comprar en la librería, hay varias copias. Entonces, “La Biblia Responde”. Aquí está el capítulo que resume los principios que vamos a establecer hoy. Así que, si no toman notas, pues compren el libro.

Muy bien, ¿cuáles son los principios establecidos? Número uno: los principios que Pablo quiere que veamos. Número uno: el principio de autoridad.

Y quiero que vean cómo Pablo llega a este punto de la autoridad. Empieza con el versículo 2, me encanta Primera de Corintios, he estado viendo esto en mi estudio ahora del libro. Porque si quisiéramos pensar en cuál de las iglesias del Nuevo Testamento tiene más problemas y está más… es la que es menos ejemplo para nosotros, digamos, en las reprensiones y las correcciones que recibe, probablemente nos viene a la mente esta iglesia de Corinto.

Y Pablo es duro en la carta, ya lo han visto, habla directamente, los reprende, les dice lo que está mal, pero pueden ver también a lo largo del libro, y lo hemos estado viendo, su corazón pastoral por la iglesia de Corinto. De tal manera que casi siempre, antes de venir una buena regañada, primero viene alguna clase de elogio. Primero quiere asegurarse de que no piensen que todo es negativo, que todo es malo. Y yo espero, hermanos, que esa también sea nuestra actitud, por lo general. Aún cuando hay cosas malas entre nosotros, aún cuando hay cosas que criticar unos de otros, que siempre estemos buscando qué es lo bueno que Dios está haciendo en otros.

Es fácil irnos inmediatamente a las cosas negativas: es que esta persona es así, y esta persona, y mira cómo es, y mira su actitud, y mira, y que tengamos nuestra lista larga de todo lo negativo y nunca y que, por lo tanto, como tenemos esta larga lista de cosas negativas, no tengamos la capacidad de ver nada bueno, cuando en realidad sí hay cosas buenas. Aún la iglesia de Corinto tiene cosas buenas. Aún la iglesia de Corinto…

Estoy seguro que tu hermano o tu hermana que está a un lado de ti también las tiene. Yo sé que no es mucha consolación decir: “Aún los de Corinto tienen cosas buenas, así que estoy seguro que tú también”. No, no se lo digan así al hermano, pero sí, en nuestra actitud constante de balancear las cosas. Es muy fácil irnos tan al lado negativo y crítico siempre, y es nuestro trabajo, creo yo, como hermanos en Cristo, estar buscando las manifestaciones de la gracia de Dios, cómo Dios sí está trabajando en otros.

Vean, vean cómo lo dice Pablo, versículo 2: “Los alabo porque en todos se acuerdan de mí y guardan las tradiciones con firmeza, tal como yo se las entregué. Más adelante vamos a ver lo que creo que se refiere con esto. No es las tradiciones que ellos siguen con firmeza de Pablo, no es lo que va a venir en un momento. Creo que se está haciendo referencia a otras cosas que, nuevamente, creo que vamos a ver en capítulo los que vienen. Hay algunas cosas que Pablo va a mencionar que creo que son a las que se refiere, pero en este punto del orden de la iglesia, parece ser que no es donde siguen muy bien las tradiciones, y es lo que Pablo quiere aclarar en el versículo 3.

Entonces, aquí está, versículo 3, es crucial porque el versículo 3 establece el principio sobre el cual está construido el argumento de Pablo: un principio de autoridad que quiere mostrar. Pero aquí viene la reprensión, este es el fundamento para la reprensión: “Quiero que sepan que la cabeza de todo hombre es Cristo, y la cabeza de la mujer es el hombre, y la cabeza de Cristo es Dios”. Entonces, ahí está de dónde viene el argumento.

Es lo que Pablo quiere mostrarles acerca del principio de autoridad. Lo que notan aquí, y por eso creo que termina con “la cabeza de Cristo es Dios”, es que el principio de autoridad está fundamentado en la Trinidad. Es decir, lo que Pablo va a explicarnos en cuanto al orden del servicio en la iglesia tiene su fundamento en Dios mismo y cómo es Dios, en la manera en que la Trinidad funciona como una economía donde es un solo Dios en esencia, pero son tres personas, y esas tres personas se relacionan entre sí, pero se relacionan entre sí de una manera en la cual cumplen diferentes roles y hay autoridad del Padre sobre el Hijo.

Y esto no debe de sorprendernos; lo van a encontrar en todo el Nuevo Testamento. De hecho, vamos a meditar más a fondo en eso cuando lleguemos al capítulo 15, donde Pablo nos explica que Jesús está en el proceso de poner a todas las cosas debajo de sus pies y luego entregará el reino al Padre, y eso vendrá en el capítulo 15.

Entonces tenemos este principio establecido claramente y los teólogos debaten sobre este versículo mucho porque, obviamente, no es muy políticamente correcto hablar de que el hombre es cabeza de la mujer. Eso nos suena medio atrevido, medio escandaloso. Este, a lo mejor, se sentirían incómodos con compartir eso con un compañero no cristiano en su trabajo: “Mi esposo es mi cabeza”. “¿Pues qué, vives en la Edad Media o qué?” O sea, así es como nos contestaría.

Y queremos entender a qué se refiere “cabeza” porque esa palabra puede significar “fuente”, “origen”, o también puede significar “autoridad”. Y podría pasar mucho tiempo hablando de esas dos perspectivas de cuál es la que tiene mayor soporte, pero nada más les voy a dar el resumen: creo que cuando Pablo está usando aquí “cabeza”, está usándolo en un sentido de autoridad, no de fuente o de origen, sino de autoridad.

Y Efesios 5:23 nos da un ejemplo de este uso de “cabeza”, o sea, creo que es como lo usa Pablo en Efesios 5:23 cuando dice: “Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, siendo él mismo el Salvador del cuerpo”. Entonces, tenemos ya otros ejemplos donde Pablo usa este versículo. De Efesios 5 es muy parecido al de Primera de Corintios 11.

Entonces, tenemos este principio de autoridad siendo establecido, donde Pablo está diciendo: “Miren, lo único que estamos viendo aquí en la iglesia es un reflejo de cómo funciona la Trinidad misma. El Padre tiene autoridad sobre el Hijo y, de esa misma manera, el hombre tiene autoridad sobre la mujer”.

Ahora, algo importante que aclarar aquí, y esa es la razón por la cual es tan importante que esto está fundamentado en la Trinidad, porque en el momento que hablamos de sumisión o hablamos de autoridad, hay personas que se sienten ofendidas y dentro del movimiento feminista por estar seguro que se sentirían ofendidas. Pero aquí está la razón por la que no deberían de sentirse ofendidas porque la comparación que está haciendo Pablo es ¿con quién, mujeres? Con Cristo.

“Así como el Padre es autoridad sobre Cristo, el hombre es autoridad sobre la mujer”, y al menos que tengas una baja opinión de Jesús o pienses que Jesús vale menos que el Padre, no te deberías de sentir ofendida. No debería de ser ninguna clase de insulto; al contrario, miren, todos tenemos que estar bajo autoridad de alguien ¿no es cierto? O sea, en realidad nadie nos escapamos de este principio.

El hombre también tiene una autoridad sobre él; en este caso, dice Cristo es nuestra autoridad. Y ahí sí es en un sentido diferente. Por un lado, tenemos estos dos: Padre con Hijo y hombre con mujer, y por otro lado, tenemos al hombre que también responde a Cristo de una manera en la cual él tiene que estar consciente de que está también bajo autoridad y no nada más hace lo que quiere. Entonces, espero que entiendan que el principio de autoridad está siendo establecido de una manera en la cual no debería de ser ofensivo, no debería de ser algo que menosprecia a la mujer; al contrario, simplemente está estableciendo orden en la iglesia.

Vamos a ir hacia ya en un momento, versículo 4, que nos muestra el siguiente principio, que es el principio de masculinidad y feminidad. Versículo 4 dice: “Todo hombre que cubre su cabeza mientras ora o profetiza deshonra su cabeza. Toda mujer que tiene la cabeza descubierta mientras ora o profetiza deshonra su cabeza, porque se hace una con la que está rapada. Porque si la mujer no se cubre la cabeza, también se corte el cabello; pero si es deshonroso para la mujer cortarse el cabello o raparse, que se cubra. Pues el hombre no debe cubrirse la cabeza ya que él es la imagen y gloria de Dios, pero la mujer es la gloria del hombre. Porque el hombre no procede de la mujer, sino la mujer del hombre. En verdad, el hombre no fue creado a causa de la mujer, sino la mujer a causa del hombre. Por tanto, la mujer debe tener un símbolo de autoridad sobre la cabeza por causa de los ángeles”.

Bueno, vamos hasta ahí. Tenemos aquí, ya se dieron cuenta, el versículo 3 es el principio de autoridad, por eso el pasaje tiene la claridad que necesitamos que tenga porque Pablo nos mostró cuál es el principio de autoridad que quiere establecer: que hay un orden de autoridad en la Trinidad y en la iglesia en la familia en todas partes tenemos un orden de autoridad. Esta parte que acabamos de leer es la que es confusa porque hay muchas cosas culturales creo que están sucediendo que no entendemos exactamente, estamos desconectados por casi 2000 años aquí de la cultura corintia.

Entonces no estamos seguros cómo se ve, no estamos seguros de qué está hablando exactamente. De hecho, si notan hasta ahorita en lo que leímos no se ha mencionado el velo. Dice el texto que se cubra la cabeza, eso es lo que el texto dice, el velo solo es mencionado en el versículo 15 lo cual ha llevado a algunos a pensar que de lo que está hablando Pablo es no de un velo físico sino de su cabello largo. Eso es lo que entenderíamos del versículo 15, ¿no? “La mujer tiene el cabello largo, es una gloria. Pues a ella el cabello le es dado por velo”.

Entonces, la interpretación de algunos es que de lo que está hablando Pablo en realidad aquí es de cómo se peina una mujer, si se recoge el cabello o se lo deja suelto porque culturalmente el dejárselo suelto habría significado algo en su cultura que hoy no significa. Si las mujeres ahorita tienen el cabello suelto no pensamos nada, pero en esa cultura dejarse el cabello suelto podría implicar: “Estoy disponible, no estoy casada”.

Y entonces esta libertad, recuerden que en la iglesia de Corinto uno de los asuntos con los que están luchando es con la libertad y cómo pues hacer cosas que bueno no importa, al final somos de Dios, la comida es de Dios, todo es de Dios y en realidad hay este principio de “todo me es lícito”. Y entonces, parece ser que las mujeres pues se dejan el cabello suelto y realmente no están cumpliendo con una norma cultural que es recogerse el cabello que simplemente es muestra de “estoy casada, estoy bajo autoridad”.

Y a eso se refiere cuando dice que se cubra la cabeza, es que se recoja el cabello. Bueno, eso es lo que algunos dicen sobre el texto. No creo que eso es lo que se a lo que se refiere porque bueno, porque el hombre no… Les enseña la misma naturaleza que si el hombre tiene el cabello largo le es deshonra y luego en el versículo 4 también dice que el hombre no se debe cubrir la cabeza. Entonces, si cubrir se refiere nada más a levantarse el cabello, sería un poquito extraño con los hombres, es decir, hay principios aquí para hombres y para mujeres y si cubrirse la cabeza significa nada más tu cabello o velo significa cabello.

Bueno, entonces qué significa descubrirse la cabeza, no? O sea, bueno para los que estamos perdiendo cabello a lo mejor no, ese sería el significado que nos estamos quedando sin nuestro velo, sería una manera de referirse a la calvicie, pero no es, creo que lo que está diciendo. Sí creo que sí hay una costumbre cultural en donde las mujeres usaban algún tipo de velo, pero no como normalmente lo veríamos. O sea que se cubría, o sea se ponían todo un chal, no, cómo le llaman, eh creo que ese es un poco más el contexto cultural que parece estar aplicando Pablo aquí. Otra vez, uno puede leer muchos comentarios y hay infinidad de opiniones y cosas culturales aquí que puedes ver que estamos luchando por entender que no nada más no entendemos.

Entonces, yo estoy haciendo mi mejor esfuerzo por ayudarles a ver a lo mejor qué es lo que está a qué se está refiriendo Pablo, pero voy a darles el principio. No sé bien cómo se ve lo que Pablo está diciendo dentro de la iglesia de Corinto, pero el principio sí lo entendemos. Lo pueden ver el principio es que hay, número uno, versículo 14 que la naturaleza misma es testigo de que el hombre se tiene que ver de una manera y la mujer se tiene que ver de una manera.

Por eso Pablo apela en el versículo 14 a la naturaleza, o sea, es como diciendo no es sentido común nada más que los hombres se ven diferentes a las mujeres. Entonces, sea lo que sea que está pasando culturalmente en la iglesia de Corinto en relación al velo, al cabello, no sé, sea lo que sea que está pasando culturalmente, el principio es muy simple: hombres, véanse como se supone que los hombres se deben de ver culturalmente; mujeres, véanse como las mujeres se tienen que ver culturalmente. Y no se revelen contra esos estándares que existen culturales de feminidad y masculinidad. De tal manera que una mujer rapada pues se ve como hombre y tiene también contextos, creo yo, de aspectos paganos, de las prácticas paganas del templo en esa época que también probablemente era un problema.

Hombres, no se cubran la cabeza, ¿por qué lo está diciendo? No sé si hay también una relación ahí a los cultos paganos en donde los hombres se cubren la cabeza. Creo que hay algo más aquí, les voy a dar algo que leí que que creo que nos ayuda a entender y tiene que ver con una de las más prominentes religiones en Corinto que era el adoración a Dionisio.

Entonces Dionisio en la mitología griega fue concebido a través de la unión de Zeus con una mujer humana, Semele, y en una de las historias, Dionisio era un dios masculino pero que había sido criado como una niña para protegerlo de Hera, la esposa de Zeus que quería matarlo. Bueno, entonces Dionisio se vestía como niña, con pelo largo y se ponía perfume y caminaba como niña y hacía voz de mujer cuando hablaba.

Entonces, ¿adivinen qué pasaba con la adoración de Dionisio? Los que adoraban a Dionisio, esta es una de las religiones más prominentes de la cultura corintia, la cultura corintia, sus adoradores son descritos como andróginos, tanto hombres como mujeres, y celebraban la confusión de género de Dionisio cambiando, intercambiando géneros y roles de géneros. Entonces, hombres se vestían con ropa de mujer y con pelo largo y las mujeres se ponían ropa de hombre y cabello corto, y hasta se rapaban.

Bueno, cuando estaba leyendo esto, ¿no les parece interesante? Esto es un un poco de información cultural que nos ayuda a entender a lo mejor qué es lo que está tratando Pablo.

Ahora, yo les tuve que explicar quién era Dionisio y cómo era la de la cultura griega y la mitología griega, pero ¿les suena tan raro esto de confusión de género y roles intercambiables? Cuando estaba leyendo este contexto, decía eso es exactamente lo que vemos nosotros hoy. Estamos viendo exactamente una violación hoy en día en nuestra cultura del principio que Pablo está estableciendo para la iglesia de Corinto: hombres son hombres y no debe de haber duda cuando tú ves a un hombre que es hombre; mujeres son mujeres y no debe de haber duda cuando la ves que es mujer.

Sea como sea, y esto varía en todas las culturas, hermanos, o sea, por eso es que es muy difícil que nada más tomemos los detalles de este texto y tratemos de aplicarlos, como el velo por ejemplo o como el tema del lo largo del cabello. Eso está difícil también. No, qué tan largo es largo, o sea, o qué tan corto es corto. Vamos a poner una regla de centímetros, no, hermana, te pasaste por un centímetro en tu corte y ya, eso es muy corto y hombres, tú ya traes medio largo el cabello.

No, no podemos establecer esos parámetros porque esos son parámetros culturales completamente, pero sí sabemos que un hombre se ve como hombre y una mujer se ve como mujer. Y hay cortes de cabello aún cortos de mujeres que siguen siendo de mujer, no hay cortes de cabello y yo sé que esto es un estereotipo, pero hay cortes de cabello de lesbianas, ¿no? Que tú las ves y creo que es lesbiana ¿no? porque por su corte, o sea, y es en sí, es un estereotipo, pero tendríamos que preguntarnos si alguien aquí en la iglesia trae uno de sus cortes, pues qué asociación hacemos con cómo se ve, que podría pensar la gente, otra vez regresando este tema de ser piedra de tropiezo.

Y creo que con los principios que Pablo está tratando de establecer aquí es simplemente eso: hombres, veámonos como hombres; mujeres, véanse femeninas. Sí, es, es un principio simple.

Creo también Pablo argumenta a partir de la cultura. Entonces, es la naturaleza misma nos dice que es diferente hombre y mujer, la cultura nos dice que es diferente hombre y mujer, y son dos aspectos que está mencionando Pablo, es cómo traes el cabello y la ropa que usas. Esas dos cosas van a mostrar un principio de masculinidad y feminidad.

Ahora, punto número tres y último punto, y creo que es el más importante que quiero enfatizar, es el principio de orden. Cuál es el orden que se tiene que ver en la iglesia y el principio de orden está basado en el argumento de Pablo en varias cosas.

El principio de orden tiene la idea de complemento, es decir, que cada quien cumple una función y un rol dentro de la iglesia, dentro de la familia, dentro de la sociedad en general.

Estamos para complementarnos unos a otros y aquí es donde entra este versículo tan extraño que nos puede parecer, el versículo 10, donde habla de: “Por tanto, la mujer debe tener autoridad…”. Eso es literalmente como es: “Por tanto, la mujer debe tener autoridad sobre la cabeza por causa de los ángeles”. Eh, es extraño, es un poco inusual que Pablo hable así, pero parece ser, hermanos, y aquí está mi especulación sobre el texto, que si el complementarismo está basado en la creación, y eso es lo que Pablo argumenta en el versículo… “el hombre no procede de la mujer, sino la mujer del hombre y el hombre no fue creado a causa de la mujer, sino la mujer a causa del hombre”, o sea Pablo está regresándo a la…bueno…

Entonces, esta es mi especulación, hermanos.¿Quiénes son testigos de la creación original? ¿Quiénes son los únicos que pueden regresar hasta ese tiempo y saber qué es lo que pasó en ese momento? Los ángeles, y que de alguna manera, los ángeles habiendo sido testigos de la creación misma y del orden que Dios estableció cuando dijo todo es todo era bueno, ahora los ángeles son testigos de lo que Dios está haciendo en el mundo a través de su iglesia y que cuando nosotros nos reunimos como iglesia como hoy, los ángeles son testigos de este evento y que cuando nosotros honramos el orden establecido por Dios en la creación en la manera en que nos relacionamos hombres y mujeres en los roles que Dios nos ha dado, los ángeles se gozan de ver eso. Los ángeles recuerdan cómo fue creado todo originalmente y están viendo el proceso de restauración de todas las cosas que Dios está haciendo a través de su pueblo escogido.

Otra vez, un poco de especulación aquí a lo que se podría estar refiriendo Pablo, recuerden, ángeles significa mensajeros, podrían ser personas también a las que se refiere, pero probablemente sí son los ángeles, creo yo, es mi tendencia a pensar que son ángeles, seres espirituales que son testigos de la obra de Dios.

Tenemos otros pasajes que muestran esto, el rol de los ángeles en la iglesia y en la vida cristiana, lo vimos en Hebreos. Bueno, no nos vamos a meter en eso, pero el punto es que los ángeles son testigos del complementarismo que debe existir dentro de la iglesia y la creación es el origen de este principio de orden.

Génesis 1:27: “Dios creó al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Aquí está lo del versículo 8, perdón, versículo 7: “El hombre no debe cubrir la cabeza ya que él es la imagen y gloria de Dios, pero la mujer es la gloria del hombre”. Aquí creo que pueden… eh, sustituir “Gloria” por “honra” o “honor”, o sea “honra”, honra de dónde viene. Y vean que es interesante, creo que no es accidente, pero que que no dice que la mujer es imagen del hombre. ¿Se dieron cuenta? Dice que la mujer es gloria del hombre y el hombre es imagen y gloria de Dios. ¿Por qué creen que omite la parte de la mujer es imagen del hombre? Porque la mujer también es imagen de Dios. Génesis 1:27, “varón y hembra los creó a imagen de Dios los creó”; ambos son imagen de Dios, pero el rol que tienen es un rol de honra o gloria. Ese es el término que usa Pablo, “gloria”, para decir “honra”. La mujer honra al hombre en su manera de relacionarse con el hombre. El hombre honra a Dios en su manera de sujetarse y relacionarse con Dios.

Entonces aquí está el principio, hermanos. Esto tiene que quedar muy claro. ¿Cuál es el valor del hombre y de la mujer en el orden de Dios? El hombre y la mujer tienen el mismo valor, ambos son creados a imagen y semejanza de Dios. Aunque la mujer proceda del hombre en cuanto al rol, la mujer también refleja a Dios en su imagen. Gálatas 3:28 dice: “No hay judío ni griego, no hay esclavo ni libre, no hay hombre ni mujer, porque todos son uno en Cristo Jesús”. Así que hombres y mujeres tenemos el mismo valor delante de Dios y la salvación que tenemos en Cristo Jesús es exactamente la misma y el Espíritu Santo que nos habita es exactamente el mismo y en todos los sentidos de la herencia que tenemos en el reino de Dios estamos en la misma categoría como hijos de Dios, escogidos de Dios, adoptados por Dios, todas las cosas que podríamos decir acerca de lo que significa ser parte de la familia de Dios aplica tanto a hombres como a mujeres de la misma exacta misma manera.

Pero eso no es el final, ¿verdad? porque algo más está diciendo Pablo aquí en todo esto acerca de… y por cierto, déjenme recordarles, versículo 11, esta es la aclaración de este punto, hay una interdependencia de los hombres y de las mujeres. Ni la mujer es independiente del hombre, ni el hombre es independiente de la mujer, porque así como la mujer procede del hombre, también el hombre nace de la mujer. Entonces, o sea, hombres y mujeres nos necesitamos. De hecho, no funciona una familia, hombre con hombre para procrear, ¿verdad? ni mujer con mujer. Entonces, hombres y mujeres nos necesitamos. Todos los hombres venimos de una mujer, nacimos de una mujer y toda mujer necesitó un hombre para tener un bebé. Entonces todo esto funciona dentro de un plan y un diseño de Dios al final todas las cosas proceden de Dios, dice Pablo. Todos venimos de Dios, Dios nos hizo, Dios nos creó, Dios diseñó todo esto. Ese es su argumento.

Pero aunque hay el mismo valor en hombres y mujeres también hay diferentes roles y esto es parte de lo que Pablo quiere establecer aquí. Si hay diferentes roles, el hombre cumple un rol diferente al que cumple la mujer.

Les voy a dar un adelanto de algo que vamos a ver más adelante, no sé, en cuántos meses, pero está en Primera de Corintios 14. Ya lo vamos a meditar con calma, pero es Primera de Corintios 14, versículos 34 y 35. Esto está en el contexto de las profecías y de lenguas, otra vez, todos estos capítulos desde el 11 hasta el 14 tratan con el orden de la iglesia, entonces vamos a estar hablando de eso por un rato y vean lo que dice Pablo, versículo 34: “Las mujeres guarden silencio en las iglesias porque no les es permitido hablar; antes bien que se sujeten, como dice también la ley. Y si quieren aprender algo, que pregunten a sus propios maridos en casa, porque no es correcto que la mujer hable en la iglesia”.

Ya vamos a llegar a ese versículo. Lo que es interesante, hermanos, es que si se fijan, el versículo 5 menciona que la mujer ora y profetiza en la iglesia con la cabeza cubierta, ¿no? Ese es el principio que Pablo está estableciendo, de toda la mujer que tiene la cabeza descubierta mientras ora o profetiza deshonra su cabeza, entonces básicamente está diciendo: bueno, si va a orar o profetizar, nada más que se cubra la cabeza. O sea que muestre que está siguiendo el orden bíblico que debe de haber en en la iglesia. En el capítulo 14, Pablo, no es que se esté contradiciendo y diga: “Bueno, siempre no, que no hable, eh, ya pensándolo bien, mejor que guarde silencio y a lo más, le pregunta a su esposo”.

No, no es que está Pablo haciendo eso, cambiando de opinión, creo que está hablando de aspectos diferentes y el aspecto principal que creo que Pablo está estableciendo dentro de la iglesia lo encontramos en Primera de Timoteo 2, versículos 9 al 15: “Así mismo que las mujeres se vistan con ropa decorosa, con pudor y modestia, no con peinado ostentoso, no con oro o perlas o vestidos costosos, sino con buenas obras, como corresponde a las mujeres que profesan la piedad. Que la mujer aprenda calladamente con toda obediencia. Yo no permito que la mujer enseñe, ni que ejerza autoridad sobre el hombre, sino que permanezca callada, porque Adán fue creado primero, después Eva. Y Adán no fue el engañado, sino la mujer siendo engañada completamente cayó en transgresión. Pero se salvará engendrando hijos, si permanece en fe, amor y santidad con modestia”.

Bueno, ese es otro sermón, el de Primera de Timoteo 2, pero nada más les doy el panorama más general aquí: que lo que Pablo parece estar diciendo no es que la mujer no puede enseñar, que no puede hablar, que no puede decir nada, simplemente está diciendo que tiene que ser claro en la iglesia que los que estamos asumiendo el rol principal de enseñanza dentro de la iglesia somos los hombres, porque ese es el rol que Dios nos ha dado a los hombres. Y que si queremos abandonar ese rol y ser apáticos ante nuestro rol, entonces algo está pasando con el orden que Dios ha establecido, estamos violando ese orden.

Y hermanos, esto no tiene nada que ver con capacidad. Si somos honestos, muchas mujeres aquí probablemente saben más de la Biblia que sus esposos y, si somos honestos, muchas mujeres aquí también a lo mejor son más maduras que sus esposos y más espirituales que sus esposos.

Entonces, no tiene nada que ver con esa parte y pasa lo mismo, y nada más para ayudarles a entender cómo funciona, pasa lo mismo en la familia. A veces, la mujer tiene una mayor capacidad de ganar más dinero que el esposo también, pero regresamos a la pregunta:

¿Quién tiene la responsabilidad delante de Dios principal de cumplir con el rol de provisión en el hogar? El hombre.

Y y lo sabemos intuitivamente, lo sabemos, que si un hombre dice: “Ah, pues tú trabaja y tú mantennos”, sabemos que eso algo está raro con eso y que la mujer no es que no pueda trabajar. Claro que puede trabajar y claro que puede aportar, pero si la mujer es la que está asumiendo esa responsabilidad principal, no secundaria, principal, algo está mal en esa casa.

Es lo mismo en la iglesia:

Si los hombres no estamos asumiendo la responsabilidad principal de enseñanza en la iglesia, algo está mal con la iglesia.

Y lamentablemente, por la apatía de los hombres y justamente por nuestra inmadurez y nuestra falta de compromiso con el estudio de la palabra, es que a veces es inevitable que las mujeres tengan que enseñar porque pues los hombres nada más no están estudiando y no están haciendo nada. Pero eso no significa que ese orden sea el ideal que Dios está buscando que se manifieste.

Entonces, Dios está diciéndonos, o sea, en el orden original como yo creé las cosas en el principio, la mujer fue creada como ayuda idónea del hombre para apoyar su liderazgo, y quiero restaurar ese orden dentro de la iglesia de alguna manera que se vea nuevamente ese orden de una manera en la cual las mujeres puedan someterse a la autoridad del hombre de una manera gozosa.

Déjenme leerles algo que escribió Kathy Keller, esposa de Tim Keller, sobre este tema. Fíjense, ella dice: “Justicia, al final, es lo que sea que Dios decrete”. Por cierto, es una mujer, ¿eh? Estoy aprendiendo de ella.

“Así que ya sea que puedas o no ver la justicia en los roles creados divinamente depende en gran medida en cuánta confianza tienes en el carácter de Dios. Si Dios es digno de confianza, entonces los roles de género, con todos los regalos de Dios para el ser humano, deben ser nuestro gozo y deben ser ser disfrutados, no soportados con resentimiento”. “¿Pues ya que me queda?” O sea, ¿dice eso? No.

La actitud debería ser que si tú confías en el carácter de Dios, si tú crees que Dios sabe lo que está haciendo, entonces dirás: “Dios, o sea, ayúdame a entender mi lugar y mi rol dentro de lo que tú estás haciendo dentro del orden que has establecido en mi hogar y dentro del orden que has establecido en la iglesia”.

No nos vamos a meter en todos los detalles de los roles y ministerios de las mujeres dentro de la iglesia ahorita, no, ya no tenemos tiempo. Pero vamos a estar viendo eso un poco más adelante, otra vez, como les digo, cuando lleguemos al capítulo 14, va a haber más sobre esto.

Pero creo que Pablo está afirmando que, de hecho, la mujer sí tiene un rol dentro de la iglesia y cumple un rol esencial. O sea, habla de una mujer orando y profetizando dentro de la iglesia; eso habría sido revolucionario en sí mismo. Otra vez, por si los hombres queremos sentirnos muy especiales o superiores, otra vez, versículos 11 y 12 están ahí para decir: “A ver, a ver, todos nos necesitamos mutuamente, estamos funcionando juntos en esto, nos estamos complementando unos a otros”. No es una competencia de ver quién puede hacer más, quién puede llegar más alto, no es eso. Nos estamos ayudando mutuamente entre todos, y cada quien cumple una función.

Cuando lleguemos al capítulo 12, vamos a ver que también en general en la iglesia así se ve: unos son pie, otros son mano, otros son ojo.

O sea, todas esas funciones que Dios ha desarrollado para la iglesia, tenemos que cumplir la con gozo. “Señor, aquí me pusiste, voy a cumplir este papel que me diste y ser de bendición a la gente que está a mi lado y en mi entorno en ese rol que me diste”. Nos cuesta trabajo a veces, no nos gusta donde Dios nos puso, pero es un tema de contentamiento. Entonces, hermanos, son los roles,

¿Es la sumisión algo hermoso? Sí, lo es. Nuestra sociedad quiere verlo como algo despectivo, algo denigrante, pero en realidad es algo hermoso si lo vivimos en el mismo espíritu con el que Jesús mismo vivió la sumisión. Jesús cumplió un rol y en ese rol, inclusive dijo: “Si es posible, que pase de mí esta copa, pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”. Jesús vivió su sumisión para cumplir el plan del evangelio y para enseñarnos también cómo servirnos unos a otros.

El orden es importante porque el evangelio mismo tiene orden y Dios quiere que en la iglesia sea evidente el orden. ¿Cuál es este orden? Bueno, vamos a seguirlo descubriendo en los próximos capítulos de Primera de Corintios. Uno de sus órdenes, que es el que sigue, es el orden de la Santa Cena.